Paisajes castellanos Siglo XVI El paisaje es una invención cultural que comienza en la pintura italiana del el siglo dieciséis -las ventanas con las que se abría la perspectiva de los escenarios interiores y se veía no el campo sino un paisaje- y llega a la fotografía en el mismo momento en que ésta inicia su camino. Estas fotografías de paisajes se hicieron en el siglo veinte pero pudiesen haberse hecho en el mismo siglo dieciséis: pretenden ser paisajes atemporales, no en su realidad -los campos cambian su fisonomía al paso de los tiempos- sino en su creación. Castilla como paisaje esencial: cielo, tierra y humildes notas cromáticas. Como en el S. XVI.
Paisajes holandeses del S. XXI Fotografía pictorialista. Hay algunos cuadros de la pintura holandesa del siglo XVII -”La vista de Delf...- que me han perseguido desde que los vi.Y los he utilizado. El color de estas fotos hechas en Valladolid en el siglo veintiuno es, en sus tonalidades y matizaciones, la lección holandesa.
Paisajes interiores Todos mis paisajes son interiores. Responden al ánimo con el que me acercaba a ciertos elementos de la realidad exterior para convertirlos en una metáfora: lo importante no eran los materiales con los que se construía sino lo que significaban por la manera de seleccionarlos, verlos y dotarlos de un nuevo sentido. Lo significativo es lo que está del otro lado, más allá, en el interior. Así la rama desgajada de un árbol no es tal sino una derrota; los grises del Campo Grande son, como todas las mañanas del mundo, un camino hacia la niebla...
Nuevos paisajes irreales Llegó un momento en el que todas las fotogradías estaban hechas. El mundo se llenó de iPhonografías. Y el ánimo vencido. Llegaron los tiempos del la posmodernidad y el reciclaje. Revisión, construcción: archivo y ordenador. Reflexión e invención. Todos los paisajes son irreales pero estos “nuevos” giran sobre el gozne de la mentira fotográfica: nada es real una vez atravesado el objetivo de una máquina fotográfica o manejado en la pantalla de un ordenador.
Paisajes inhumanos Los rostros no son un paisaje, son el rastro de unas vidas. Indefensas y arrumbadas unas, orgullosas y sin piedad otras.El retrato fue una guerra: uno de los dos había de vencer. No hubo derrotas. Las primeras fotografías de estos paisajes respondían al título de La nave de los locos (Narrenschiff). Las segundas al de MEMORÍA.
Nuevos paisajes románticos El romanticismo es el escenario de las emociones. El paisaje es el eco de un sentimiento. Lo romántico es el abismo de lo imposible.Cambiarán los cielos, serán nuevos los horizontes pero eternamente latirá el pobre corazón ante el abismo de lo imposible.Estas fotografías fueron el refugio del viajero que huía del beso de su propia sombra.